Saltar al contenido

Enséñele a su perro buenos modales con la correa

Todos los padres de perros miraban con envidia a un amigo, vecino o familiar que paseaba a su compañero canino sin problemas por la calle. Sin embargo, los buenos modales con la correa no son fáciles y requieren un entrenamiento paciente y constante de su parte.

Tirar de la correa puede hacer que el paseo de su perro sea estresante, pero la buena etiqueta de la correa va más allá de la comodidad. Si tira de la correa, su perro puede soltarse accidentalmente de su agarre, por ejemplo, no solo golpeándolo en la acera, sino también poniendo a su mascota en riesgo de encontrarse con autos, animales y otros peligros al aire libre. Caminar de lado a lado también es un ejercicio de construcción de vínculos, que demuestra que su perro está atento a usted y le facilita guiarlo y dirigirlo en sus paseos.

Para enseñarle a Fido a caminar junto a usted, comience con una gran bolsa de golosinas. La comida es un gran motivador, después de todo, y una sabrosa recompensa reforzará el buen comportamiento en mente. Sujete una correa de 10 a 20 pies de largo a su mascota y llévela a un área abierta donde podrá moverse libremente hacia y desde sus lados. Elija su lado derecho o izquierdo y dele a su perro una recompensa en esa cadera. Luego, dé un paseo rápido y continúe ofreciéndole un premio a su mascota cada vez que camine junto a la cadera elegida. Pronto su perro asociará su lado con golosinas sabrosas y no necesitará alimentarlo con tanta frecuencia.

Una vez que su perro haya dominado permanecer a su lado con cierta coherencia, practique dándole la orden de unirse a usted. Comience caminando en una fila larga en un área abierta. Espere hasta que su perro se haya ido solo, luego dele una orden como «vamos». Cuando te alcance, recompénsalo con una golosina y elogios de tu lado favorito. Si continúa caminando a tu lado, recompensa a tu mascota con un premio cada pocos pasos. Sin embargo, si su perro no lo sigue y la correa se tensa, deje de caminar y aplique una presión suave para recordarle que está allí. Cuando se acerque, felicítelo y libere la presión de la correa.

Una vez que un perro responde al comando «vamos», puede cambiar a una correa más corta y practicar el cambio de marcha y las direcciones para caminar. Continúe recompensando a su mascota por permanecer a su lado, disminuyendo gradualmente la frecuencia con la que le da golosinas. Finalmente, estará listo para salir a la calle con su nuevo y experto compañero atado.

Recuerde, enseñarle a un perro a comportarse con una correa requiere paciencia y un animal hambriento. Si tiene dificultades con el entrenamiento de la correa, tómese un descanso e intente en otro momento cuando su perro tenga más hambre. Con el tiempo, encontrarás que tienes una mascota que camina fielmente a tu lado, lo que no solo hace que los paseos sean más agradables, sino que también te permite dar más y más paseos con tu compañero canino.