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Por eso acaricias mal a tu gato

Todos los dueños de gatos han tenido la impactante experiencia de prodigar afecto a sus amigos felinos solo para recibir un repentino rasguño o mordisco a cambio. Según un estudio publicado en Ciencia aplicada del comportamiento animal., podría ser por una buena razón. Los investigadores han observado a más de cincuenta gatos y, resulta que los felinos tienen preferencias generales sobre dónde les gusta y dónde no les gusta que los toquen.

Los gatos no son animales de contacto cercano por naturaleza. El contacto amoroso es un comportamiento aprendido por nuestras mascotas, y cada individuo tiene un umbral diferente para las caricias. Con esto en mente, los investigadores identificaron reglas generales sobre dónde debe y no debe acariciar a su gato. Por ejemplo, cualquiera que haya frotado a su gato en la barbilla probablemente haya encontrado un ronroneo cálido. Resulta que tiene sentido. Los gatos tienen glándulas olfativas cerca de las mejillas que liberan feromonas, señales químicas que se utilizan para comunicarse con otros miembros de la especie. Cuando su mascota frota su cara contra usted o sus muebles, lo marca con estos químicos curativos y siente el mismo consuelo cuando lo frota a lo largo de sus mejillas, barbilla y cabeza.

Según el estudio, una palmada en el torso es un segundo cercano a frotar la cabeza, aunque los investigadores no han probado qué sucedió cuando tocaron el estómago de un gato. Sin embargo, el equipo encontró un área prohibida que podría sorprender a algunos amantes de los gatos: la cola. Los científicos creen que la base de la cola de un gato puede ser una especie de zona erógena que se sobreestimula cuando se toca. Esto puede llevar a una agresión inducida por las caricias, que es la forma en que su gato le dice que retroceda cuando tiene demasiado afecto. Sin embargo, sea cual sea la parte de su cuerpo que acaricie, si su gato mueve la cola o la piel, adopta una postura defensiva, aplana las orejas o gruñe, es una señal de que debe dar un paso atrás y dejarlo en paz.

Los diferentes gatos tienen diferentes umbrales de afecto y las preferencias únicas de su mascota pueden sorprenderlo. Al observar su lenguaje corporal durante los abrazos y tener en cuenta que la mayoría de los gatos prefieren que los acaricien a lo largo de la cabeza, puede conocer las preferencias de su gato y fortalecer el vínculo que comparte, al mismo tiempo que evita ser mutilado.