Una vez que haya preparado su hogar y haya elegido a su perro, los siguientes pasos importantes son el entrenamiento y la socialización. Se recomienda encarecidamente que realice un breve curso de adiestramiento canino con un adiestrador profesional. Esto asegurará que el entrenamiento básico de obediencia se maneje de manera completa y oportuna. Socializar a su perro significa acostumbrarlo a estar rodeado de otras personas, animales y tráfico. Tendrá que aprender el comportamiento apropiado en tales situaciones. Es tu trabajo enseñarle. Afortunadamente, la mayoría de los perros están ansiosos por complacer a sus dueños y aprender nuevas habilidades rápidamente.
Para el bienestar de su perro, debe vacunarlo y ponerle un microchip lo antes posible. Una vez que hayas hecho eso, es seguro que salga a caminar. La socialización comienza con la habituación. Es importante exponer a tu perro a una amplia variedad de situaciones todos los días para que pueda empezar a acostumbrarse a ellas.
Los cachorros son más fáciles de enseñar porque su mente joven siempre es impresionable. Un perro mayor puede ser más difícil de entrenar. Sin embargo, con paciencia y atención, no debería haber demasiados problemas en el camino.
Socializar a su perro implica encontrar el equilibrio adecuado entre disciplina y confianza. Las primeras experiencias de un cachorro en el mundo en general pueden ser abrumadoras. Puede tener miedo del tráfico, el ruido de la ciudad y otras personas. En este caso, debe ayudarlo a desarrollar su confianza. La mejor forma de hacerlo es demostrarle que no tienes miedo. También es importante tranquilizarlo con palabras amables y abrazos. Por otro lado, es posible que deba aprender a controlar sus instintos. Si la vista de cada niño pequeño, pájaro u otro perro les hace ladrar y tirar de la correa, tendrá que enseñarles disciplina.
Al disciplinar a su perro, siempre debe ser firme pero nunca enojado. Habla clara y directamente en un tono de mando, pero nunca grites. En la mayoría de los casos, es suficiente mantener a su perro atado y darle una orden verbal. En casos raros, está bien darle una palmadita corta y afilada en el hocico con los dedos. Sin embargo, recuerde que la idea aquí no es lastimar a su perro. El golpe debe ser indoloro y solo debe servir para asegurar su atención a su comando verbal.
Cuando conozcas a otras personas, debes asegurarte de que tu perro no salte sobre ellas. Durante las primeras reuniones, mantenga siempre a su perro con una correa corta y déle la orden de «sentarse». Si intenta saltar, deténgalo y déle la orden: «No». Cuando se comporte correctamente, dale un premio y dile que es un buen chico.
Al encontrarse con otros perros, se debe tener la misma precaución inicial. La mayoría de los perros se saludan olfateando y moviendo la cola. A veces, los hombres pueden ser más agresivos. Nuevamente, mantenga a su perro con una correa corta durante la primera reunión. Si él o el otro perro se vuelven agresivos, aléjese.
Si se encuentra en el país, es su responsabilidad asegurarse de que su perro no moleste al ganado ni a la vida silvestre. Manténgalo siempre con correa. Incluso el perro más tranquilo puede sentirse abrumado por el repentino instinto de perseguirlo. A medida que avance el adiestramiento y llegue a confiar en su perro, podrá dejarlo correr libremente en los lugares apropiados, pero sigue siendo su responsabilidad estar atento y sujetarlo si es necesario. Una combinación de entrenamiento de obediencia profesional y educación diaria debería resultar en un perro feliz, confiable y bien socializado muy rápidamente.