Los aceites esenciales son más que una tendencia reciente: han existido desde los tiempos bíblicos y por una buena razón. Estos aceites vegetales concentrados no solo ofrecen propiedades calmantes o vigorizantes, sino que también se han utilizado para la curación natural durante cientos de años. Si bien pueden ofrecer beneficios para la salud de los seres humanos, sin embargo, existe información contradictoria de que los aceites esenciales tienen el potencial de ayudar o dañar a nuestras mascotas.
Los aceites esenciales se encuentran en la naturaleza, dando a las plantas sus cualidades olfativas. Protegen las plantas y juegan un papel en la polinización y tienen una larga historia de contribución a la curación natural de humanos y animales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los aceites esenciales son compuestos volátiles que pueden ser tóxicos para los perros en ciertas concentraciones. Nuestras mascotas pueden lamer o comer estos aceites y absorberlos a través de su piel, provocando reacciones nocivas e incluso fatales en algunos casos. Por este motivo, no se recomienda el uso de un difusor de aceites esenciales cuando se tiene un cachorro de menos de 10 semanas o un perro con enfermedad hepática, lo que hace que los animales sean más susceptibles a los factores ambientales.
Sin embargo, muchos médicos utilizan los aceites esenciales como una alternativa natural a los medicamentos para perros. Los seguidores dicen que la lavanda ayuda a calmar a los animales ansiosos, por ejemplo, y otros usos van desde estimular el sistema inmunológico hasta aumentar el apetito. Desde champús y jabones hasta ungüentos y aerosoles, estos remedios naturales están ampliamente disponibles para las mascotas. Si desea utilizar aceites esenciales terapéuticos para su perro, hágalo solo bajo la dirección de un aromaterapeuta autorizado, que se encuentra en aromatherapycouncil.org, o un miembro de la Asociación Nacional de Aromaterapia Holística, en naha.org. Asegúrese de investigar qué aceites son seguros para usar con mascotas antes de comenzar un programa.
El consumo de aceites esenciales u otros popurrís puede ser dañino o fatal para las mascotas. Si nota que su perro babea excesivamente, se golpea la boca, tiene dificultad para respirar o caminar, tiene temblores musculares, vómitos o comportamiento letárgico, es posible que haya ingerido algo tóxico. Si sospecha que su mascota ha consumido aceites esenciales, llame a la línea directa del Centro de Control de Envenenamiento Animal de ASPCA al 888-426-4435 o a la Línea de Ayuda de Veneno para Mascotas al 800-213-6680 y comuníquese con su veterinario de inmediato. Cuanto antes busque tratamiento, mejor será el resultado para su mascota. Si es posible, lleve el producto que ha ingerido su perro a su veterinario para que le ayude a diagnosticarlo.
Si bien los aceites esenciales tienen propiedades curativas para usted y su mascota, manténgalos fuera del alcance de su peludo amigo en todo momento. Esto ayudará a mantener a las criaturas curiosas alejadas de los líquidos malolientes. Consulte con su veterinario antes de usar aceites esenciales u otros productos a base de hierbas en sus mascotas, y nunca aplique aceites esenciales sin diluir a su compañero canino ni los agregue a su comida o su agua.