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¿Qué es la agresión inducida por las caricias?

Todos hemos tenido la impactante experiencia de un gato poniéndose de rodillas, ronroneando, solo para ver a Kitty darse la vuelta y de repente darnos un mordisco o un manotazo enojado unos minutos después. Este comportamiento de Jekyll-and-Hyde puede parecer extraño para los humanos, pero para nuestros amigos felinos, la agresión inducida por las caricias tiene mucho sentido.

Los gatos no son, por naturaleza, animales de contacto cercano. Aceptar el afecto humano es un comportamiento aprendido y algunos gatos tienen una tolerancia muy baja al tacto. Una vez que se cruza este umbral, los gatos realmente experimentan incomodidad, en lugar de placer, por las caricias. No es de extrañar que nuestras mascotas quieran que dejemos de prodigarles amor, pero los humanos a menudo son evidentes ante la sobreestimulación continua. Afortunadamente, los gatos usan una serie de lenguaje corporal para avisarnos cuando han tenido suficiente afecto y es hora de dar marcha atrás.

Los signos reveladores de que Kitty se está acercando rápidamente a su cuota de afecto incluyen balanceos de la cola, espasmos de la piel, cambios en la postura del cuerpo, maullidos o gruñidos, orejas aplastadas y encontrarse contigo o con tu mano con una mirada directa. Si su gato muestra alguno de estos signos, deje de acariciarlo inmediatamente y déjelo en paz. Si sigues acariciándolo, es muy probable que tu mascota te muerda o te arañe porque en su mente ya te ha dicho que retrocedas.

Todos los gatos son diferentes y es posible que se sorprenda de los límites de su mascota en lo que respecta al afecto físico. A la mayoría de los gatos no les gusta que les froten la barriga, por ejemplo, pero algunos se sienten igual de incómodos cuando los acarician en la espalda. Aprender los lugares favoritos de su gato para ser una mascota, y los que debe evitar, ayudará a generar confianza entre usted y su mascota. Con el tiempo, podrá evaluar las preferencias individuales de su gato y saber cuándo dejar de acariciarlo incluso antes de que muestre señales de advertencia.

Debido a que la agresión inducida por las caricias es el último recurso de su gato para comunicarse, nunca castigue a su mascota por azotar. En su mente, su gato le ha dado muchas advertencias para que se detenga ya, que todos ustedes han ignorado. Gritar, perseguir o golpear a tu gato solo lo asustará y dañará tu vínculo. En su lugar, observe el lenguaje corporal de su gato para saber cuándo está disfrutando del afecto y cuándo ha tenido suficiente. Terminar una sesión de caricias con una nota positiva no solo deja a su gato con ganas de más, sino que también asegura que el contacto físico siga siendo una parte positiva de su relación con su gato.

Si su gato muestra una agresión repentina causada por las caricias, es posible que desee ver a un veterinario para descartar el dolor como la fuente de su comportamiento de mal humor. Los gatos con un punto sensible pueden latir cuando tocas el área dolorida, por ejemplo, por lo que es útil saber si Kitty tiene un absceso, artritis o alguna otra enfermedad física. Además, asegúrese de vigilar a los niños alrededor de su gato, ya que es poco probable que reconozcan las señales de advertencia de la agresión por caricias.