El entrenamiento de la obediencia puede ser frustrante y abrumador. Cuando su cachorro se niega a hacer sus necesidades afuera o Lassie sigue sacando comida de la mesa, puede ser fácil darse por vencido y ver toda la prueba como desesperada. En lugar de volar un porro y perder el control de la situación, confíe en algunas reglas simples para asegurarse de ver el entrenamiento de obediencia hasta el final.
La clave para entrenar a cualquier perro es mantener siempre la calma. No importa cuán grave sea la situación, si reaccionas de manera serena, tu perro responderá mejor a las ligas que cuando estés exhausto y gritando. La agravación solo servirá para excitar más al perro, haciendo que su comportamiento no deseado se intensifique.
Cubra las bases y trabaje desde los cimientos. Antes de intentar cualquier otra cosa, entrene a su perro en órdenes importantes, como sentarse, acostarse, quedarse, venir, seguir, dar un paso y marcharse. Estos siete controles cubren una amplia gama de escenarios, desde la mordedura del tobillo y el robo de comida hasta los ladridos y el timbre, y lo equipan con las herramientas básicas para controlar a su perro. Junto con un comportamiento tranquilo, su perro escuchará todo lo que tenga que decir.
El refuerzo positivo le enseñará a su perro que el buen comportamiento es algo feliz que se correlaciona con el amor y la comida sabrosa. El elogio y el afecto oportunos, cuando el perro está relajado, prestando atención o siguiendo órdenes, alentarán la obediencia continua. Las golosinas se pueden usar para combinar trucos, aseo, paseos y relajación con sentirse bien y ser feliz. La comida también se puede usar para distraer a los perros de su mal comportamiento, como tirar de la correa y ladrar, preocupándolos por algo mucho más valioso.
Al disciplinar a su perro, solo haga correcciones cuando lo atrape con las manos en la masa. Si regaña a un perro una hora después de que ensucie la alfombra, puede parecer culpable, pero no tendrá idea de por qué lo están castigando. Llamar a un perro y regañarlo solo lo confundirá, porque desde el punto de vista del perro lo están castigando por venir. Nunca grites ni golpees a tu perro. Tales acciones pueden traumatizar al animal, incitar a la agresión o dañar el vínculo de asociación entre el dueño y el animal. Los movimientos cortos de la correa y otras correcciones físicas solo deben usarse cuando sea absolutamente necesario, como casos de agresión o mordiscos, ya que el refuerzo positivo puede lograr los mismos resultados de una manera más agradable para el perro.
El adiestramiento de perros puede ser abrumador, especialmente cuando un paso adelante se siente como dos pasos atrás. Pero mientras permanezca tranquilo y optimista, su perro responderá de la misma manera. Los resultados pueden no ser instantáneos y algunos perros son más problemáticos que otros, pero algunas reglas simples permitirán que cualquier perro se vuelva obediente con tiempo, trabajo duro y mucho amor.