Las sardinas son ricas en aminoácidos esenciales, omega 3, vitaminas y minerales que pueden marcar la diferencia en la salud de tu perro. No subestimes el perfil nutricional de estos pequeños peces. Pueden ayudar a fortalecer el corazón de un perro y agudizar su cerebro.
Siga leyendo para obtener más información sobre los beneficios para la salud que las sardinas pueden brindarle a su perro y sus posibles efectos negativos.
Los 7 principales beneficios para la salud de las sardinas para perros
Las sardinas son golosinas saludables para los perros. Incluirlos en tu dieta te proporcionará los siguientes beneficios para la salud:
1. Obtenga algunos nutrientes esenciales
Las sardinas contienen coenzima Q10 y taurina, que son aminoácidos esenciales necesarios para mantener sano a tu perro. También son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3.
Las sardinas están llenas de muchas vitaminas y minerales. Contienen vitaminas B3, B6, B12 y D. Las sardinas también contienen trazas de calcio, cobre, yodo, manganeso, fósforo, selenio y zinc.
2. Promover un corazón sano
Las sardinas son ricas en coenzima Q10 o ubiquinol, que es un poderoso antioxidante. Este nutriente retrasa el proceso de envejecimiento, previene el debilitamiento del sistema inmunológico y apoya la actividad del corazón.
Estos beneficios para la salud son especialmente útiles para los perros que sufren defectos de nacimiento.
La coenzima Q10 también es crucial para mantener una buena salud dental. Los estudios muestran que los perros con bajos niveles de este antioxidante son propensos a problemas dentales y de encías.
3. Mejora la función cerebral y ocular
Las sardinas contienen un tipo de ácido graso omega-3 conocido como DHA. Es esencial para mantener las habilidades cognitivas y las habilidades retinales de los perros que son nítidos y brillantes.
Los perros no pueden producir DHA por sí mismos. Por esta razón, los dueños de perros deberían considerar agregar sardinas a la dieta de su perro.
4. Calma los problemas de la piel
Los ácidos grasos omega-3 de las sardinas mejoran la calidad del pelaje y la piel de tu perro. También reducen la inflamación de la piel, el picor y otros problemas dermatológicos causados por alergias y cambios de estación.
5. Promover articulaciones fuertes
Las propiedades antiinflamatorias de los ácidos grasos omega-3 y la coenzima Q10 también ayudan a aliviar la inflamación de las articulaciones. Además, alivian el dolor que suele acompañar a este problema.
El calcio y el fósforo en las sardinas también apoyan el desarrollo óseo y articular canino. Los perros grandes y mayores pueden necesitar sardinas en su dieta, ya que son propensos a problemas óseos y articulares.
6. Cargado de proteína
La proteína es esencial para la salud y la vitalidad de su perro. Le da fuerza y energía para realizar sus actividades diarias.
Las sardinas son una buena fuente de proteína magra y una alternativa más saludable para tu cachorro. Además, son menos costosas en comparación con las carnes magras, lo que las convierte en una opción económica.
7. Bajo en grasas saturadas
Las grasas saturadas son malas para el cuerpo de tu perro porque pueden causar muchos problemas de salud. La obesidad y el colesterol alto son solo algunos de ellos.
Aunque las sardinas son ricas en omega 3, son bajas en grasas saturadas. Como tal, es menos probable que se enferme por comer demasiados alimentos grasos siempre que alimente a su perro con sardinas con moderación.
4 peligros potenciales de alimentar a los perros con sardinas
La respuesta a la pregunta «¿Pueden los perros comer sardinas?» es sí. Sin embargo, tenga en cuenta los riesgos que pueden ocurrir al alimentar con sardinas a su compañero canino.
1. Puede contener mercurio
Todos los tipos de peces deben acumular mercurio en sus cuerpos. Sin embargo, las concentraciones de este químico dañino pueden variar.
Dependen principalmente del tamaño de los peces y su vida útil. Los peces más grandes a menudo viven más y, por lo tanto, contienen grandes cantidades de mercurio en sus cuerpos.
En comparación, los peces pequeños como las sardinas tienen niveles más bajos de mercurio debido a su tamaño y corta vida útil. A diferencia de sus contrapartes más grandes, se encuentran en la parte inferior de la cadena alimentaria, lo que reduce su exposición al mercurio.
Con esto en mente, alimenta a tu perro con sardinas en pequeñas cantidades. Si le das demasiado, puede hacer que se acumule mercurio en su sistema, lo que puede provocar una intoxicación. Si sirve aceites de pescado, tenga esto en cuenta también.
2. Puede causar aumento de peso y problemas digestivos
Las sardinas son ricas en ácidos grasos omega 3 saludables, pero todavía se consideran una grasa neutra. Deja que tu perro coma sardinas en exceso y engordará kilos de más.
Por este motivo, este tipo de pescado no es recomendable para perros obesos y con sobrepeso.
Algunos dueños de perros se preguntan: «¿Pueden las sardinas darle diarrea a mi perro?» Sí, las sardinas pueden causar diarrea y otros problemas estomacales en los perros si se comen en exceso. Esto se debe al contenido de grasa de las sardinas.
Los alimentos grasos pueden agravar a los perros con problemas digestivos como la pancreatitis. Por lo tanto, las sardinas deben excluirse de la comida para perros.
3. Peligro potencial de asfixia
Las sardinas suelen ser pequeñas, lo que las convierte en huesos blandos. Se pueden administrar a perros enteros.
Sin embargo, este no es siempre el caso. Las sardinas crudas enteras para perros tienden a ser más grandes y tienen una columna vertebral más grande. Las sardinas congeladas para perros, por otro lado, tienen huesos más duros y se rompen fácilmente.
Si se tragan, pueden alojarse en la tráquea de su amigo peludo. Por eso es una buena idea comprar filetes sin espinas si buscas sardinas congeladas o frescas.
4. Puede darle a tu perro un olor a pescado
Sobrealimentar a tu perro con sardinas puede hacer que huela a pescado. Reducir la cantidad y frecuencia de alimentación de los peces resolverá el problema. Aunque se trata de un problema menor, el olor a pescado puede tardar días o semanas en desaparecer.
¿Son las sardinas seguras para los perros a pesar de estos riesgos? La respuesta es sí. Todos estos problemas a menudo surgen si los dueños de perros les permiten comer sardinas.
Si le das sardinas a tu perro con poca frecuencia y en pequeñas cantidades, no experimentará ninguno de estos problemas.
¿Cuántas sardinas debe comer un perro?
Una sardina pequeña contiene alrededor de 175 mg de ácidos grasos omega-3 y 25 calorías. Tu amigo peludo solo necesita comer unas cuantas sardinas para obtener todos sus beneficios.
A continuación se presentan las pautas nutricionales para perros en función de su peso corporal:
- Perros de menos de 2,2 kg (5 lb): 2 sardinas por ración
- Perros de 2,7-6,8 kg (6-15 lb): 4 sardinas por ración
- Perros de 7,21-1,3 kg (16-25 lb): 5 sardinas por ración
- Perros de 11,7-22,6 kg (26-50 lb): 8 sardinas por ración
- Perros con un peso de 23,1 kg (51 lb) o más: 14 sardinas por ración
La pregunta relevante en este hilo es: «¿Puedo alimentar a mi perro con sardinas todos los días?» No, no es bueno alimentar a tu perro con sardinas todos los días. Recomendamos agregar sardinas a su comida 1-2 veces por semana.
Las sardinas solo se deben dar a los perros como tentempié ocasional para evitar los riesgos mencionados anteriormente. Comience por darle a su perro cantidades más pequeñas de sardinas si es la primera vez que las introduce en su dieta. Esto ayudará a que su estómago se acostumbre a la nueva comida.
Aumente gradualmente la cantidad hasta llegar a la cantidad recomendada si su perro no experimenta molestias digestivas.
¿Los cachorros pueden comer sardinas?
No, no se recomienda alimentar a los cachorros con sardinas. Su sistema digestivo aún está en desarrollo. La introducción de nuevos alimentos puede causar trastornos digestivos en los cachorros.
Tenga en cuenta que también necesitan ciertos nutrientes para que su cuerpo crezca correctamente. Alimentarlos con sardinas puede causar una deficiencia o desequilibrio de nutrientes. Por lo tanto, los cachorros deben ceñirse a un alimento especialmente formulado para ellos.
¿Qué tipos de sardinas son buenas para los perros?
Las sardinas se pueden procesar y preparar de muchas maneras. Siga leyendo para descubrir cuáles podrían ser golosinas saludables para su perro.
¿Pueden los perros comer sardinas enlatadas?
Sí, los perros pueden comer sardinas enlatadas. Sin embargo, deben estar inundados con agua y sin la adición de sal, especias y aditivos. Siempre revise la lista de ingredientes para asegurarse de que no contenga ingredientes poco saludables.
¿Pueden los perros comer sardinas en aceite?
No, las sardinas en aceite no son buenas para los perros. Contienen demasiada grasa, lo que puede causar dolor de estómago. Si no te queda más remedio que este tipo de sardinas, escurre el aceite antes de mezclar el pescado con la comida para perros.
¿Pueden los perros comer sardinas en aceite de oliva?
NO. El aceite de oliva puede ser bueno para los perros, pero se vuelve poco saludable cuando se combina con sardinas. Ambos son extremadamente altos en grasa, lo que puede causar problemas en el tracto digestivo de tu perro.
Si alimenta a su perro con sardinas en aceite de oliva, asegúrese de drenar la grasa primero.
¿Pueden los perros comer sardinas en salmuera?
No, no se recomienda dar sardinas en salmuera a los perros. La salmuera es una solución altamente concentrada de agua salada. Esto es malo para los riñones de tu perro, ya que puede provocar cálculos de ácido úrico.
El consumo de grandes cantidades de salmuera también puede provocar intoxicación por sodio.
¿Las sardinas con tomate enlatadas son buenas para los perros?
No, las sardinas con tomate enlatadas no son buenas para los perros. Durante el proceso de enlatado, aumenta la acidez de los tomates, lo que puede afectar el estómago de tu perro.
Cómo cocinar sardinas para perros
Las sardinas congeladas o frescas se pueden preparar para perros de muchas maneras. El método más conveniente es hornear o freír en una sartén. Si compró sardinas grandes sin espinas, asegúrese de quitarles las espinas antes de cocinarlas.
No hace falta que uses aceite para hornear o freír las sardinas, ya que bastará con tus propios aceites. Asegúrate de dárselos a tu perro, ya que agregar sal u otras especias puede irritar su estómago.
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